Del poemario En los cafés de la luna
Gente
Gente, remolinos de gente,
abrigos, zapatos, perfumes,
aire vacío entre la gente.
Una ilusión pasea con gorro,
un desamor con bufanda,
se repartieron las arrugas y las canas,
también las sonrisas y las lágrimas.
¡Gente! gente por las calles,
¡gente! gente por la mente,
nebulosa intransigente de ojos
que apenas reparan al verse.
Un jersey de pico me habla,
aquel sueño se colgó de un párpado,
y mientras, las areolas se bañan.
¡Gente! gente en los corazones,
¡gente! gente en los vientres,
ocultos bajo la niebla de la humanidad,
perdidos entre las piedras de la ciudad.
Les crecieron ruedas en las piernas,
aceradas agujas en las muñecas,
y algún que otro irracional
duende en su plural cabeza…
¡Gente! gente en los recuerdos,
¡gente! gente entre las gentes,
hurgando en el sonido de la imparidad,
como extranjeros en sus cuerpos al azar…
Miguel F. Martín
Capítulo - El ser de piedra [...y otros lamentos]
Editorial - Atlantis (2011)
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